La factura electrónica ya no es opcional para muchas empresas en España, especialmente con las recientes normativas que buscan digitalizar la economía.
A partir de julio de 2025, será obligatorio para todas las empresas contar con un programa de facturación homologado, que enviará la información directamente a Hacienda. Este sistema, similar al ya implementado en el País Vasco, busca garantizar un mayor control fiscal y transparencia en las operaciones comerciales.
Sin embargo, uno de los mayores temores al dar este paso es el costo y la complejidad inicial de implementar esta tecnología. La buena noticia es que no siempre necesitas grandes inversiones para empezar. Aquí tienes algunos puntos clave para optimizar el proceso y evitar gastos innecesarios:
Evalúa tu software actual: Si ya utilizas un ERP como Holded o estás pensando en implementarlo, es probable que ya incluya opciones para facturación electrónica. Esto reduce significativamente el costo inicial.
Elige una solución escalable: Opta por herramientas que se adapten al crecimiento de tu empresa, evitando pagos excesivos por funcionalidades que no necesitas en el corto plazo.
Capacitación sencilla para tu equipo: Busca proveedores que ofrezcan tutoriales o soporte técnico accesible, para que el cambio no ralentice tus operaciones.
Implementar la factura electrónica es más asequible de lo que parece si eliges las herramientas adecuadas. Además, a largo plazo, ahorras en papel, espacio de archivo y tiempo en la gestión de facturas.
No dejes que el temor al costo te detenga. Con la orientación correcta, este cambio puede ser una gran ventaja competitiva para tu negocio.